Este fue el punto de partida de la investigación de un equipo de científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison y la Universidad de Maryland (EE.UU.). ¿Puede causar el mismo efecto calmante o terapéutico en los gatos? Para ello desarrollaron una serie de melodías centradas en estos felinos.
Para conseguir que este tipo de música resultara interesante y relajante para los gatos, introdujeron un tempo con una base de ronroneo y otro con un ritmo de succión. En el experimento, probaron primero melodías humanas y posteriormente las canciones diseñadas para mininos con 47 gatos domésticos, descubriendo que, ante las melodías humanas (de Bach, por ejemplo) los gatos no reaccionaban en absoluto; sin embargo, ante la “música para gatos”, se entusiasmaron y comenzaron a acercarse a los altavoces desde los que procedía la música, frotando su nariz contra el altavoz.
“Los resultados sugieren maneras nuevas y más apropiadas para el uso de la música como el enriquecimiento auditivo de los animales no humanos”, aclaran los autores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Revisaremos tu comentario y lo publicaremos próximamente