Los ácaros son parásitos que se encuentran en nuestro entorno, generalmente están presentes en los campos y en el césped y pueden llegar a infestar a tu gato, adhiriéndose a su piel y alimentándose así de su sangre o bien de la cera que encuentran en el canal auditivo.
Generalmente los ácaros se adhieren a las zonas de la piel que son más finas, por lo tanto suelen estar presentes en el interior de los muslos del gato, entre los dedos o en sus oídos.
Un gato parasitado por ácaros mostrará los siguientes síntomas:
- Lamidos frecuentes entre los dedos
- Picor intenso y continuado
- Presencia de un líquido negro en los oídos
- Lesiones cutáneas como consecuencia del rascado intenso
¿QUE DEBO HACER SI SOSPECHO QUE MI GATO TIENE ÁCAROS?
Si en tu hogar has acogido a otras mascotas, lo primero que debes hacer es separar al gato de ellas, ya que los ácaros se contagian muy fácilmente de un animal a otro por contacto directo.
Seguidamente debemos acudir al veterinario para que verifique el diagnóstico, generalmente se basará en los síntomas que presente el animal y analizará el fluido del oído o las descamaciones que puedan presentarse en el área afectada.
Es muy importante que acudas al veterinario pues si la infestación es grave pueden provocarse complicaciones como infecciones bacterianas o bien rotura de vasos sanguíneos.
Además, el veterinario te indicará si en el caso concreto de tu gato es posible aplicar remedios naturales o si bien por el grado de parasitación se debe recurrir a un acaricida químico.
REMEDIOS CASEROS PARA LOS ÁCAROS EN GATOS
Veamos a continuación qué remedios caseros puedes emplear para tratar de forma natural los ácaros en tu gato:
MACERACIÓN DE AJO: Debemos machacar un ajo e incluirlo en una taza de aceite de oliva caliente, posteriormente lo dejaremos macerar durante toda la noche. A la mañana siguiente y con ayuda de un cuenta gotas, pondremos unas gotitas del aceite en el área afectada, dejaremos actuar durante unos minutos y posteriormente retiraremos con una gasa estéril. Este tratamiento debe durar un mínimo de 21 días.
ACEITE ESENCIAL DEL ARBOL DEL TÉ: Es uno de los remedios naturales más efectivos para desparasitar a un gato. Si la piel está sana, podremos aplicar unas gotas sobre el área afectada cada día, en cambio, si la piel presenta heridas, la aplicación también será diaria pero debemos mezclar el aceite esencial del árbol del té con un aceite base (rosa mosqueta, argán o almendras dulces). Mezclaremos aproximadamente 20 gotas de aceite esencial del árbol del té en 100 mililitros de aceite base, aplicaremos de 5 a 10 gotas de este preparado de forma diaria. El tratamiento debe continuarse hasta la desaparición total de síntomas.
ACEITE DE MAIZ: Este aceite suaviza la piel, favorece la cicatrización de heridas y además asfixia a los ácaros. Primeramente limpiaremos la zona afectada y posteriormente, utilizando una bola de algodón empapada en aceite de maíz masajearemos la zona afectada. Debe aplicarse 1 vez al día durante 3 días.
ACEITE DE ALMENDRAS CON VITAMINA E: Prepararemos un cuentagotas con aceite de almendras (aunque también puede ser de oliva) y en él añadiremos 400 UI (unidades internacionales) de vitamina E, que podemos encontrar fácilmente en una farmacia. Calentaremos esta mezcla a temperatura ambiente. Aplicaremos unas gotas en el área afectada. Debemos administrar este remedio en días alternos durante 6 días, posteriormente realizaremos un descanso de 3 días y volveremos a aplicar del modo anterior. El tratamiento debe durar un total de 6 semanas.
RAIZ DE DÁRSENA AMARILLA: Necesitaremos un extracto de raíz de dársena amarilla o romaza, diluiremos 9 gotas de este extracto en una cucharada sopera de agua. Esta mezcla la aplicaremos en la zona afectada. Administraremos este remedio en días alternos durante varias semanas para asegurarnos de acabar completamente con los ácaros.
PREVENIR LOS ÁCAROS EN LOS GATOS
Prevenir los ácaros en los gatos es nuestra responsabilidad como propietarios. Una prevención efectiva es muy sencilla, únicamente necesitamos desparasitar a nuestro gato 2 veces al año si éste no tiene contacto con el exterior, o bien cada tres meses en el caso contrario.
Por eso te recomendamos que lleves a tu gato de forma periódica al veterinario, él te indicará qué productos son los más adecuados para desparasitarlo y con qué frecuencia exacta necesita tu gato este tipo de tratamientos preventivos.
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