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martes, 12 de abril de 2016

Recomendaciones al ADOPTANTE DE PERROS

  Al adoptar un perro y darle un hogar, siempre se tienen muchas dudas sobre su cuidado. Este manual está dirigido a todos las personas que tienen un perro en casa o están pensando en adoptar uno. Queremos ayudarte a conocer sus cuidados y necesidades, cómo hacer para que se adapte mejor, y aconsejarte sobre su higiene, salud y alimentación.


















1. LO PRIMERO: LA VIGILANCIA

Acaba de adoptar un perro, aunque en su exploración a la salida del centro
de acogida el resultado haya sido normal, tenga presente que puede haber
problemas que aparezcan cuando el animal ya esté en casa.
En la mayoría de los casos, el perro recién adoptado ha sufrido bruscos
cambios en un corto espacio de tiempo: de estar en una casa acogedora,
a la pérdida, abandono y un periodo de tiempo en la calle hasta que llega
a nuestro Centro de Acogida, donde de nuevo se encuentran con cambios.
La llegada a su nuevo hogar se suma a todo ello, lo que hace que este
periodo de estrés le haga más susceptible a la aparición de enfermedades.
Es aconsejable que su animal visite al veterinario que a partir de ese
momento cuidará de su estado de salud durante el resto de su vida. Trasládele
toda la información de que disponga sobre vacunaciones, desparasitaciones,
pruebas diagnósticas, y él le aconsejará debidamente sobre los
pasos a seguir a partir de ese momento


En cualquier caso

  •  Vigile que come y bebe con normalidad y que su estado de actividad es el apropiado para su edad.
  •  Vigile las deposiciones. Aunque en los primeros días sean blandas debido a los cambios de dieta, poco a poco deben volver a la normalidad y no desembocar en diarrea.
  •  Esté pendiente de la aparición de otros posibles síntomas (tos, vómitos, mocos o legañas, por ejemplo).
  •  Si aparece cualquier problema de este tipo, llévele a su veterinario.
 2. LA ALIMENTACIÓN


La dieta más apropiada para cualquier animal de compañía es un
alimento seco comercial adecuado para su edad y condición física. Nuestra
propia comida, o la comida casera que podamos cocinar expresamente para
ellos, muy probablemente presentarán carencias e incluso pueden provocarles
trastornos digestivos. Acostúmbrele a consumir exclusivamente su
alimento, evitando suministrarle “regalitos” (dulces, porciones de nuestra
comida, etc.) que desequilibran su dieta y pueden conducir a la obesidad.
Si desea hacer un obsequio a su mascota, utilice los premios especialmente
formulados que encontrará en las clínicas veterinarias o tiendas
especializadas.
No debemos olvidar que una pauta correcta de alimentación, a las
mismas horas todos los días, nos puede ayudar a mantener una regularidad
que nos ayude en su educación y con ello en su adaptación a la nueva 
familia. Los cachorros necesitan ser alimentados cuatro veces al día, espaciando
cada toma unas tres o cuatro horas. A medida que el animal crece
podemos ir eliminando alguna ración, administrando 2 tomas al día cuando
son adultos (mañana y noche).
Contrariamente a la creencia ampliamente extendida de que los perros
deben comer una sola vez al día y después salir a la calle a “bajar la
comida”, en el caso de los animales adultos, y especialmente en perros
grandes, es preferible que coman dos veces al día y siempre después de
los paseos, ya que esta práctica previene algunos problemas graves como
las torsiones de estómago.

 3. HIGIENE

Recuerde que su perro necesitará un buen cepillado, al menos una
vez por semana. Si lo baña de vez en cuando, utilice un champú especial
para perros, y en el caso de cachorros, hágalo con agua calentita, en un
baño con calefacción, y luego séquele bien por todas partes, con el secador.
Las toallitas húmedas pueden ser una solución de emergencia en
determinadas ocasiones.

 4. DESPARASITACIÓN

Resultado de imagen de DESPARASITACIÓN PERROLa desparasitación de perros y gatos es extremadamente importante,
tanto para la salud del animal, como para la de las personas que le rodeen.
Antes de su adopción, y durante su estancia en nuestro Centro, el animal
habrá sido desparasitado, tanto externa como internamente. A pesar de
ello, y especialmente en cachorros, es aconsejable que su veterinario realice
un análisis de heces al animal y, en caso necesario, se vuelva a desparasitar.
La desparasitación se realizará a partir de ese momento, y durante
toda la vida del animal, con la pauta que recomiende su veterinario y con los
productos que este considere apropiados.
Con carácter general, se debe cuidar la desparasitación externa del
animal para evitar pulgas y garrapatas. En el caso de los perros, durante el
periodo comprendido entre mayo y octubre deberán llevar un producto para
prevenir la leishmaniosis, enfermedad crónica y que puede resultar mortal,
producida por un parásito transmitido por la picadura de un fl ebotomo o
mosca de la arena.
En el caso de la desparasitación interna, es aconsejable cada tres
meses, especialmente en aquellos perros que puedan tener acceso a vísceras
crudas de otros animales

 5. VACUNACIÓN

Entre las 6 y las 8 semanas de edad se debe vacunar al cachorro
frente a diversas enfermedades altamente contagiosas para su especie, algunas
de ellas mortales o que provocan secuelas graves, con una dosis de
recuerdo algunas semanas después y sucesivas anuales en algunos casos.
Los animales adoptados en nuestro centro es posible que ya hayan
recibido alguna dosis de las vacunas más habituales utilizadas en perros.
En el momento de la adopción se le dará información al respecto para que
se la traslade a su veterinario, quien le indicará si procede revacunar, y en
qué momento.
Algunas de las enfermedades que pueden padecer los perros, y que
son prevenibles mediante la vacunación, son: parvovirosis, moquillo, hepatitis
infecciosa, leptospirosis, etc.
En lo que respecta a la rabia, en la Comunidad de Madrid la vacuna
resulta obligatoria para los perros durante toda su vida, debiendo aplicar la
primera dosis a los tres meses de edad.

 6. REQUISITOS LEGALES

En la Comunidad de Madrid es obligatorio que los perros y gatos
estén identifi cados mediante la implantación de un microchip.
Si su perro ha sido adoptado en el Centro de Protección Animal del
Ayuntamiento de Madrid, estará correctamente identifi cado, pero recuerde
que es su responsabilidad mantener actualizados los datos asociados, un
cambio de teléfono o dirección se puede realizar con una simple llamada
telefónica al Registro de Identifi cación de Animales de Compañía
de la Comunidad de Madrid (RIAC), telf. 915645459.
En el caso en el que se produzca un cambio de propietario, recuerde
que es imprescindible realizar en el RIAC la correspondiente modifi cación
en los datos sobre la titularidad del mismo. Este trámite no puede realizarse
por teléfono, por lo que para ello deberá dirigirse a su veterinario.
También es importante recordar que en el caso de los perros es obligatorio
disponer de un seguro obligatorio sea cual sea la raza del animal.
Su compañía de seguros podrá informarle de las modalidades existentes.

En el caso de perros pertenecientes a determinadas razas, que
muestren características morfológicas concretas, o en algunos casos que
hayan mostrado episodios de agresividad, el propietario, y aquellas personas
que vayan a ocuparse de sacarlo a la calle, deberán estar en posesión
de la Licencia Administrativa para la Tenencia de Animales Potencialmente
Peligrosos, habiendo de estar el animal inscrito en el Registro
de Animales Potencialmente Peligrosos del municipio en el que resida.
En las páginas web del Ayuntamiento de Madrid (www.madrid.es)
y de Madrid Salud (www.madridsalud.es) encontrará la información
adicional que precise sobre todos estos aspectos, incluida la
Ordenanza Reguladora de la Tenencia y Protección de Animales del Ayuntamiento
de Madrid.

 7. ESTERILIZACIÓN

Se trata de una intervención quirúrgica sencilla en machos y poco
complicada en hembras (al ser una técnica habitual en la mayoría de los
centros veterinarios), que se realiza con anestesia general y que consiste
en la extracción de los órganos reproductores.
No solo elimina el celo y previene la llegada de camadas no deseadas,
disminuyendo por tanto el número de animales abandonados, sino que
evita en unos casos, y ayuda a controlar en otros, algunos problemas orgá-
nicos (embarazos psicológicos, piometras, tumores de mama, quistes ováricos,
hiperplasia prostática, tumores testiculares,…) y de conducta (marcaje,
agresividad,…)
Los animales esterilizados no presentan cambios de carácter ni se
vuelven más apáticos, y no es necesario que las hembras tengan al menos
una camada para realizarla.
Si lo que le preocupa es que su animal engorde tras la intervención,
tenga en cuenta que una alimentación adecuada y ejercicio sufi ciente mantendrán
a su mascota estilizada y en forma

8. MANEJO DE CONDUCTA

Contacto social y lenguaje de la especie:
El perro doméstico es un animal al que le resulta imprescindible vivir
en grupo, es decir, que de forma permanente precisa mantener contacto
social en cantidad y calidad sufi cientes. Un perro necesita relacionarse
con otros individuos (perros o personas) para ser un animal equilibrado y
sano. Si permanece solo durante demasiado tiempo, acabará por desarrollar
serios problemas de conducta como agresividad, miedo y estereotipias
o comportamientos compulsivos.
Por otro lado, aprender a conocer e interpretar correctamente el lenguaje
del perro permitirá que sepamos en cada momento lo que el animal
nos intenta comunicar. Ello facilitará la convivencia, disminuirá el riesgo de
la aparición de problemas de conducta, como el miedo y la agresividad, y
prevendrá accidentes. Este aspecto es muy importante en el caso de los
niños, ya que el riesgo de recibir una mordedura por no haber sabido interpretar
las señales de amenaza de un perro es muy elevado.

El adiestramiento:
Nuestro perro debería aprender a obedecer algunas órdenes como
sienta, tumba, quieto, ven, junto y suelta. Con ello encontrará que es mucho
más fácil controlarle, evitando, por ejemplo, que circule por la calle pegando
tirones de su correa.
Es bastante fácil educar a un perro, con un poco de comida y de paciencia.
No desista de ello aunque el animal adoptado no sea un cachorro,
y si no se siente capaz de hacerlo usted mismo, pida ayuda a un educador
profesional.
En cualquier caso, es muy importante tener en cuenta que, para conseguir
un perro alegre y equilibrado, esta educación ha de realizarse sobre
la base del refuerzo del buen comportamiento, y NUNCA del castigo.

Pautas y límites:
Una buena educación de su perro pasa necesariamente por evitar
pautas y órdenes contradictorias entre los diferentes miembros de la familia.
Establezca los límites por consenso. Es necesario que todos los
miembros estén de acuerdo en cuáles serán las conductas permitidas y
cuáles no, y que mantengan este criterio de forma idéntica en todo momento.
Cualquier otra situación solo produce en el animal desorientación y un
grado variable de ansiedad.
No se deben crear expectativas en el animal, ya que estas le mantendrán
en un estado de excitación elevado que incrementa su ansiedad y
difi culta la convivencia con él.

Premios y correcciones:
Los perros aprenden rápido si premiamos aquellas conductas que
nos gustan. Estos premios pueden ser atención, juego, mimos o comida.
Premie a su perro inmediatamente después de que comience a hacer algo
que está bien hecho o que usted desea que haga: irse a su sitio a dormir, jugar
con sus juguetes, tumbarse tranquilamente en el suelo, hacer pis donde
debe... Es positivo asociar caricias y elogios a los premios con comida. De
esta forma la comida no será siempre necesaria para premiar una conducta,
y ayuda a aumentar el valor de la propia caricia.
Evite en todo momento utilizar
el castigo (cualquier castigo)
como medida de corrección.
Provoca miedo, falta de bienestar,
agresividad y además no enseña al
animal aquello que deseamos que
aprenda.
Por el contrario, si queremos
evitar que el animal haga algo, lo
mejor es interrumpir su acción en el
momento en que está empezando.
Una vez interrumpido el comportamiento le distraeremos con algo diferente
y le premiaremos en cuanto notemos que su atención se ha centrado en la
nueva actividad. La corrección debe ser inmediata y en el momento en que
esté realizando la acción.
Hay que señalar que en ocasiones, si no hemos podido o no podemos
evitar el comportamiento no deseado, la mejor respuesta puede ser
ignorarlo, ya que con nuestra atención podemos estar reforzando, sin desearlo,
la conducta que queremos eliminar.
Si las conductas no deseadas se mantienen, acuda a un veterinario
experto en comportamiento que le indicará las pautas o tratamientos concretos
que convengan en cada caso. No deje que el problema se vuelva
crónico o que la relación con su animal se deteriore por ese motivo: cuanto
antes acuda a un especialista, más fácil será resolver el problema.

 9. APRENDIZAJE DE HÁBITOS HIGIÉNICOS

Como ya se ha señalado para otros tipos de conductas, el abordaje
de la falta de aprendizaje de hábitos correctos de eliminación está basado
(tanto en adultos como en cachorros) en “premiar” aquellos comportamientos
que consideramos adecuados.

Para ello pueden seguirse las siguientes pautas:
  •  Saque al perro muchas veces a la calle, especialmente después de haber comido o bebido, al despertarse y al fi nalizar un periodo de juego.
  •  Premie al perro inmediatamente después de que orine o defeque en la calle, especialmente si el lugar elegido es idóneo para ello. Para poder hacerlo con mayor facilidad, lleve al perro atado con una correa corta, para estar cerca de él en ese preciso momento. Cuando considere que
  • ha acabado, y tras recibir el premio, ya puede soltarlo si se encuentra en un lugar adecuado.
  •  Evite que el perro se distraiga con otros perros o personas hasta que haya realizado sus deposiciones, y no dé por fi nalizado el paseo inmediatamente después: el perro puede aprender a retrasar el acto de orinar o defecar para prolongar su estancia en la calle. Por el contrario, cuando haya terminado, dedique un rato a jugar con él.
  •  Si algún conocido tiene un perro que ya “sabe” eliminar en la calle, pruebe a salir de paseo con él, ya que los animales aprenden este tipo de conductas también por imitación.
Si el perro “hace sus cosas” en lugares inadecuados:
  •  No lo castigue aunque le pille “in fraganti”. No resolverá nada, y si el castigo es severo puede llevar a que el perro evite la eliminación en cualquier lugar en presencia del dueño, con lo que tampoco lo hará en la calle si quien le ha castigado se encuentra cerca.
  •  Vigílelo estrechamente. El perro acostumbra a dar vueltas en círculo y a husmear el suelo justo antes de orinar o defecar. Sus movimientos le podrán indicar que “tiene ganas”, y puede entonces sacarlo
  • rápidamente para que lo haga en la calle.
  •  Limpie bien los lugares en los que haya orinado o defecado en casa, utilizando neutralizantes del olor para que este no actué como “reclamo” para nuevas deposiciones
  •  Tenga paciencia. Si su perro no sabe eliminar “solo” en aquellos lugares que resultan adecuados, puede llevarle algún tiempo aprender
En cualquier caso, recuerde que tanto usted, como propietario, como
las personas que saquen de paseo al animal, son los responsables de mantener
la vía pública limpia. Recoja siempre, y en cualquier circunstancia, las
deyecciones de su mascota

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